Megamind

Bueno, después del arranque emocional que leísteis ayer en mi post, nada menos que daros las gracias por todo el apoyo, sois unos cracks y unas magníficas personas.

Y queridos visitantes, si no os apetece leer mis rollos de siempre, aparcad un poco más abajo y escribid un "hola" en los comentarios para ganar vuestros puntos pampling, no seré yo quien os judge. Ains, sólo de pensar que escribiré esto en cada post que cuelgue... xDD

Hoy me siento algo más "perezosa" y no recuerdo ninguna anécdota que valga la pena contar, por lo que os hablaré de la peli que acabo de ver: "Megamind".

Sí, no es Deadpool ni la hicieron ayer, pero es una peli al fin y al cabo y como tal merece ser vista y comentada.

Me han encantado los efectos especiales, los movimientos tan fluidos y las texturas tan detalladas en comparación con otras animaciones 3D del mismo año y posteriores... Sí, todo muy currado y los trabajadores que hicieron este largometraje posible merecen todos mis respetos y admiración.

AHORA BIEN, que no todo es tirarle flores a la vida y decir lo "chuli piruli" que es, detrás de cada ovación existe una pequeña y puñetera crítica que te pinchará con su puntiagudo dedito en la nariz, recordando que está ahí para intentar cambiar algo en lo que fallas. Y qué mal sienta y qué cómodos estamos restregándonos en nuestra piscina de errores y defectos... (yo la primerita)

(OJO SPOILER)

Me gusta la idea de que nuestro protagonista, para variar, sea le malo malísimo. Pero no voy a decir que la idea de que el enemigo público número uno se convierta en el prota sea innovadora, ya pongamos de ejemplo a Gru y a sus famosos minions (a los que aborrezco con toda mi alma y tienen una fama desmerecida. Los tengo hasta en la sopa. Para mi un minion es un bichito azul/rojo que muere una y otra vez para estallar en un mar de moneditas). A lo que voy, sacar el lado tierno y bueno del "villano" ya es una idea vista y, para mi gusto, demasiado.

Megamind se enamora de la periodista y por ello "se hace bueno", Gru adopta a las niñas, se encariña y por ello "se hace bueno". La periodista o las niñas son el factor determinante para que la película se empiece a volver... predecible. Sí, muy predecible. Megamind convierte al tontolaba del cámara que está colado por la periodista en héroe, Megamind se encoña de la periodista y se la lleva a su bando "cosplayeado" de un mindundi de un museo, la periodista descubre después de enamorarse del "mindundi" que en realidad es Megamind disfrazado, el tontolaba convertido en superhombre se le sube el poder a la cabeza y empieza a encabronarse con la ciudad, Megamind tiene que derrotarle porque en un principio creó al supertontolaba para que le hiciera frente al mal (porque Megamind se aburría si, al ser el malo, no tenía un héroe al que odiar y contra el que luchar, qué inesperado ¿no?) y tiene que salvar a la periodista del supertontolaba chiflado y al final la periodista se enamora de Megamind y el tirillas azul graciosete del principio se convierte en el moñas que salva la ciudad. Un aplauso, no me lo esperaba para nada.

Es cierto, es una peli destinada para niños, pero creo que hasta los niños se merecen algo mejor. Necesitamos que los niños de hoy tengan un ejemplo de innovación, que no hagan copia y pega, que no crean que coger a Gru, ponerle a dieta, pintarle de azul y hacer otra película es originalidad. Me hago una idea de lo que cuesta crear una historia completamente nueva y nunca vista, lo digo como escritora y dibujante amateur, pero que no me digan a mi que se han currado esta trama porque ni siquiera lo han intentado... La moraleja de que la moneda tiene dos caras y no pueden separarse ya nos la conocemos hasta la saciedad, basta de cogerla, comprimirla en forma de supositorio e incrustárnosla en el... Bueno, ya sabéis.

Me gusta la originalidad y odio perder el tiempo viendo un producto que ya nos han vendido no una, si no mil veces ya. No quiero decir que Megamind haya sido una pérdida de tiempo, ni mucho menos, ha sido una hora y media bastante divertida en la que me he estado fijando en cómo se lo han currado los animadores para que una ciudad se destruya de una forma tan realista (me encanta fijarme en los detallitos, porque siempre quise ser animadora o caricaturista, como lo entendáis mejor), pero sí que es verdad y siento mucho decir ésto de un trabajo con intenciones genuinamente buenas para con el espectador que la trama ha sido otro bodrio para mi sandwich de decepciones. Por Dios, que hasta el tontolaba ha acabado feliz en la cárcel, bailando. FELIZ. EN LA CÁRCEL. BAILANDO. Si yo estuviera en una celda de aislamiento con conejitos dibujados en las paredes estaría llorando y cagándome en todo el árbol genealógico del causante de mi encarcelamiento. Un poquito bastante tonta sí que ha sido...

Bueno, con ésto ya os dejo en paz. ¡A mimir! Saludos y gracias por leer.