La primera jornada de la protesta de 48 horas convocada por los estudiantes chilenos tuvo un inicio violento, con la instalación de barricadas incendiarias en varios puntos de Santiago y la quema de un autobús, que provocaron un severo caos en el tráfico en hora punta de la mañana.
Los incidentes estallaron temprano en las afueras de varios recintos universitarios y colegios, donde fueron levantadas barricadas incendiarias y se registraron violentos enfrentamientos con la policía.
Un grupo de encapuchados prendió fuego a un autobús de transporte público que hacía su recorrido normal frente a la Facultad de Humanidades de la Universidad de Chile. Su chófer resultó herido, pero todos los pasajeros salieron ilesos.
En al menos otros 10 puntos de la ciudad también se levantaron barricadas y fogatas con la quema de basura, neumáticos y otros objetos, que obligaron a paralizar el tránsito en gran parte de la ciudad, de 6 millones de habitantes, en hora punta de la mañana, provocando interminables atascos.