Esto es lo que pasa cuando pones a niños a sufrir más que a adultos en la pantalla

Antes de nada, voy a hablar del anime Made in Abyss, en emisión actualmente y el cual recomiendo aunque no a todo el mundo. Y sí, voy a hacer un SPOILER del capítulo 10 completo, aunque intentaré traer una review sin spoilers en otro momento.
"Pero si Made in Abyss es muy kawaii y es pura fantasía y..." Si vais a ver este anime con ese pensamiento, pensadlo otra vez.

Made in Abyss. Capítulo 10. Antes de llegar aquí hemos visto que el Abismo es muy peligroso y que un solo fallo puede ser letal. Pero en realidad, la información relacionada que teníamos era de oídas y de ver a un cadáver siendo comido por una criatura del Abismo. No habíamos sido testigos directos de las consecuencias de un error en las profundidades. Hasta ahora.

Reg confía en la protección de su escudo, pero falla. No mide la distancia de seguridad de Riko a su espalda y la criatura le clava una de sus espinas impregnadas en veneno. Cualquier batalla sería una derrota, por lo que solo queda la huída y solo hacia arriba.
Consecuencia de esta huida: Riko sufrirá los efectos de la maldición en la cuarta capa, es decir, sangrado por todos los orificios corporales, alucinaciones, mareos... Más el potente veneno de la criatura.

En ese momento, Reg se da cuenta del estado de la mano envenenada de Riko y Riko, desangrándose, le pide que se la corte antes de que sea demasiado tarde. Para ello le dice que antes debe partirle el hueso para facilitar la amputación.
Repito. Una niña de 12 años que sabe que está inmersa en un viaje sin retorno se ve tan acorralada que, en mitad de un sufrimiento inhumano, le suplica a su único amigo en ese momento que le corte la mano para tener alguna posibilidad de sobrevivir y, no contenta con ello, le da instrucciones de cómo debe hacerlo para que el corte sea lo más rápido y limpio posible.

Ahora quiero que os salgáis de aquí y os vayáis a EE.UU. Concretamente, a la casa de Stephen King, genio y maestro de la literatura de suspense y terror. King publicó en 1979, bajo su pseudónimo Richard Bachman, La larga marcha. A día de hoy, su adaptación al cine o a la televisión es solo un proyecto de futuro, al igual que cuando se publicó la novela.
¿Por qué? Porque La larga marcha cuenta la historia de 100 adolescentes en una especie de concurso o deporte nacional en el que deben proseguir la marcha sin bajar de una determinada velocidad o serán ejecutados. El ganador será aquel único participante que sobreviva después de varios días de caminata.

La sociedad no está preparada psicológicamente para ver a unos niños sufrir de esa manera. La simple imagen de un chiquillo llorando desconsoladamente nos hace sentir una sensación muy desagradable que se mezcla entre la tristeza y el dolor emocional, que aunque no se distancian mucho en la teoría sí tienen un matiz diferenciador casi inexplicable a la hora de padecerla.

Pues con eso en mente, volved al episodio de Made in Abyss en el que Reg le parte el brazo a Riko con una piedra y esta se retuerce de dolor y grita desesperadamente mientras llora y se desangra.
Hay quien pone a Madoka Magica como ejemplo de mayor giro argumental estilístico en el anime. Teniendo en cuenta que tendré que hablar también de Madoka, por ahora diremos solo que Made in Abyss sí es un verdadero giro a todo lo que pudiera esperar el espectador, pasando de la maravillosa alegría del inicio a una de las escenas más crueles y sádicas que he visto en el anime.

Porque lo que impacta no es la sangre ni la desproporcionadísima mano de Riko cuando el veneno hace efecto. Cualquiera que haya visto algún anime gore decente ha visto escenas teóricamente peores.
Lo que hace especialmente grande a esta es que, en primer lugar, es una niña inocente, soñadora y feliz, pero consciente de que su viaje tiene un final incierto o fatal, la que se ve envuelta en esa espiral de dolor.
Y en segundo lugar, la realización técnica de la escena. Realmente no se ve tanta sangre como en otros animes, pero la forma en la que la hacen le da una organicidad y un realismo mucho mayores y más efectistas (en el buen sentido). En lugar de hacer que la sangre fluya plana vista desde una perpendicular lateral le dan volumen en forma de pequeñas burbujas o acumulaciones esféricas tanto en su boca como en los ojos y los oídos. Y luego está la ejecución del brazo partido, totalmente descolocado en una posición lo más antinatural posible. En realidad, ni si quiera necesitas ver el brazo. Es más que suficiente con la cara de terror de Reg ante lo que acaba de hacer.
Pero eso es solo el apartado visual. El anime también tiene audio. Y en esta ocasión, el cuidado por cada sonido llega a tal extremo que no necesitas ver las imágenes para compartir ese sufrimiento. La voz de Riko suena agotada, como si estuviera gastando sus últimas fuerzas para hablar. Puedes sentir el dolor y el miedo que tiene solo con sus jadeos. Y con el grito sientes que se te revuelve el estómago por completo. Porque es el grito de una niña que está experimentando un dolor inimaginable a su edad. Se muere. Se muere de la peor manera posible. No se puede decir que esté agonizando porque se niega a dejar de vivir, pero ese grito desgarrado suena como si sus esperanzas la hubieran abandonado.
Y si no hacía falta ver el brazo roto para entender la magnitud de lo que había pasado, ni si quiera es necesario ver la cara de Reg. El sonido del hueso rompiéndose es tan claro e inconfundible que no te hace falta nada más para entender que, entre ese chasquido y los grito de Riko, la cosa está jodidísima de cojones y no se va a quedar ahí.

Repito por si alguien ha llegado hasta aquí sin saber cómo ni por qué. Made in Abyss está siendo un anime espectacularmente bueno. El estilo de diseño, el doblaje, banda sonora, animación y narrativa están a un nivel bárbaro. Pero no os confundáis. Made in Abyss empieza siendo una historia de aventuras y fantasía de niños, pero no tiene la menor intención de seguir por ese camino hasta el final. Y si sois muy sensibles a este tipo de escenas, es mejor que no la veáis.