Cucha qué Peli: Ghost in the Shell

Colaboro en una revista quincenal escribiendo mis impresiones sobre las películas que veo en el cine. No son críticas porque no soy más que un aficionado. Iré poniendo por aquí los artículos pasados, como siempre, sin spoilers:

Ghost in the Shell: El Alma de la Máquina, adapta la película anime de Mamoru Oshii, que a su vez estaba basada en el manga de Shirow Masamune. La película está dirigida por Rupert Sanders, quien hasta ahora sólo había estado detrás de Blancanieves y la Leyenda del Cazador.

En un futuro en el que los implantes cibernéticos son comunes entre la sociedad, la empresa Hanka Electronics quiere ir un paso más allá. Estando cerca de la muerte, implantan el cerebro de Mira Killian en un cuerpo completamente robótico. Un año después, lidera un comando de la Sección 9, un grupo de la policía especializado en terrorismo y crímenes cibernéticos. Tras el asesinato de un directivo de Hanka, la Mayor y el resto de la Sección 9 deben perseguir a Kuze, un hacker que intenta acabar con la empresa de robótica y que sabe más sobre la protagonista que ella misma.

Ghost in the Shell es mucho más que una película de acción. En la línea de otros títulos como Blade Runner o Matrix profundiza en la psique y en las diferencias entre humano y máquina. ¿Qué nos hace humanos? ¿Los pensamientos, recuerdos, sentimientos, alma? Todo un ejercicio de filosofía envuelto en un entorno futurista y ciberpunk.

La elección de Scarlett Johansson para interpretar a la Mayor no estuvo exenta de polémica. El hecho de que un ciborg no tenga rasgos orientales molestó a muchos, sin embargo, el propio Oshii declaró que era la mejor actriz posible. Ya hemos visto a Scarlett solventar sobradamente papeles de acción (Viuda Negra o Lucy) y en esta ocasión no iba a ser menos, añadiendo la frialdad propia del personaje. Otro actor que destaca es Takeshi Kitano (quien se dio a conocer en España con Humor Amarillo) que interpreta a Aramaki, el director de la Sección 9 y que, curiosamente, no ha sido doblado, por lo que le escuchamos hablar en japonés.

El nivel de efectos especiales roza la perfección, planos que muestran la mitad del rostro de Scarlett y su interior robótico están completamente integradas. Las coreografías de combate tienen una inusitada belleza, aunque el recurso de distintas velocidades durante la secuencia de acción no es nuevo. La música corre a cargo de Lorne Balfe y Clint Mansell, quienes la resuelven de forma más que correcta, sin embargo, el tema que más destaca es durante los créditos finales una revisión del original de Kenji Kawai.

Comparando ambas versiones, cada una destaca en ciertos aspectos. La mayor duración de la de acción real posibilita que se profundice más en ciertos aspectos, además, personalmente me gusta más el final de ésta pues, en caso de segunda parte, mejoraría y mucho el nivel del anime GITS 2: Innocence. Obviamente, el tema de la desnudez es tratado de manera muy diferente entre ambas. En resumen, recomiendo ver tanto la versión anime como ésta, pues ambas son grandes películas.