Más feliz que una perdiz

Mi novio me conoce tanto taaaanto taaaaanto que en tres años y medio nunca se ha equivocado con los regalos, pero es que este año lo ha bordado. Me ha regalado una pesa rusa, que me moría de ganas de tener una, pero además el mejor libro del mundo. Supongo que todos habréis visto viñetas de Sarah Andersen. A mi me encantan y hace unos meses mire si tenía algún libro pero aún no estaban traducidos al castellano, y volví a mirarlo dos o tres veces y nada. ¡Pues ahora si que está! Y Adri se ha enterado antes que yo y eso me ha caído como regalo. Casi salto de la emoción. Además también ha caído ensayo sobre la ceguera de Saramago, que también le tenía muchas ganas. Aún me falta por ver un regalito que como fue muy precipitado lo de celebrarlo este finde no ha llegado, y no se que será pero seguro que me encanta.

Que gusto da que alguien te conozca. Mi padre y mi hermana viviendo conmigo toda la vida suelen fallar dos de cada tres regalos y es bastante deprimente.

En cuanto a la cena, deliciosa. Era la primera vez que íbamos a un sitio más caro y pijillo, porque como estoy con todo eso del cambio estilo de vida y no quiero comer mierdas pues claro tuvimos que ir a un buen restaurante. Y ha sido todo un acierto. Me comí un pulpo gratinado y una merluza la brasa con salteado de gambas y calamares que casi tengo un orgasmo bucal. Delicioso.

Vamos, que al final ha sido un gran finde aunque me haya pasado todo el tiempo que alumbra el sol metida en la biblio.