Una medicina para las lombrices de las aves se convierte en la droga de moda

Los expertos advierten que son «bombas de relojería» porque pueden provocar hemorragias cerebrales y respiratorias
Los agentes registraban la casa tras el «premio gordo» de los 100 kilos de hachís incautados, cuando encontraron algo más de media docena de pastillas. La apariencia les era familiar. Ese logo de la marca Mitsubishi se había hecho famoso entre los consumidores de «anfetas». Todo hacía pensar que estaban ante unas cuantas dosis de esta droga que se extendió en los 90. Nada más lejos de la realidad. Los análisis revelaron que la composición de los comprimidos era piperazina, un medicamento para aves que puede causar graves daños a la salud.

Esta intervención que agentes de la Comisaría Provincial desarrollaron el pasado mes de mayo pone de relieve el nulo conocimiento que los consumidores de drogas de diseños tienen de las sustancias que ingieren. Es una ruleta rusa química en una simple pastilla.

Cinco meses después de esta operación, un experto policial reconoce sin tapujos que «no tengo ni idea de que es la piperazina. Es la primera vez que he oído hablar de ella». No es de extrañar este desconocimiento, porque se trata de un fármaco que emplean los veterinarios para acabar con las lombrices intestinales en las aves.

La ingesta de esta sustancia, según quedó patente en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), produce un estado de euforia y excitación en los jóvenes que la consumen como una droga barata. No obstante, pocos son los que reparan en sus perjudiciales efectos para la salud. Puede provocar: patologías cardiovasculares, como arritmias ventriculares o hipertensión; neurológicas, como el infarto isquémico y hemorragias cerebrales; respiratorias; reacciones alérgicas y dolencias dermatológicas, renales y hepáticas.

«Son bombas de relojería», insiste otro agente, que no duda en afirmar que los consumidores de estas sustancias ponen su vida en peligro cada vez que toman una dosis. «No tienen ni idea del cóctel de peligros que hay detrás de cada una de estas pastillas», cuya elaboración sin garantías eleva el riesgo.