[REC]

Hoy vengo a hablar de una de mis películas fetiche y, para mí, muy infravalorada. Y hablaré de toda la saga, pero me centraré especialmente en la primera que es la realmente buena. Obviamente, voy a hacer muchos SPOILERS.
Yo vi [REC] por primera vez cuando tenía unos 12 años. Recuerdo que la estrenaron en televisión un domingo a medianoche en TVE y me quedé viéndola con la intención de irme a dormir pronto porque mi madre me echaría la bronca. Pero ese día no me dijo nada y yo no pude apartar la mirada de la pantalla hasta pasado el final. Esa película me marcó bastante y tardé unos cuantos años en volver a verla. Ya con algo más de madurez volví a enfrentarme a ella y fue entonces cuando me enamoró.
En la primera película se nos presenta a una pareja de reporteros grabando uno de estos típicos programas nocturnos que había antes de que la basura sin sentido se adueñase de la parrilla en esa franja horaria. En esta ocasión, Ángela y su cámara Pablo ruedan una noche con el cuerpo de bomberos de Barcelona. En mitad de la noche reciben un aviso de asistencia en un domicilio y cuando llegan al lugar se encuentran con la policía local, lo cual hace intuir que puede haber pasado algo más grave. Con todos los vecinos abajo, reporteros, bomberos y policías suben al piso de la señora a la que debían atender y se encuentran con que ataca a uno de los policías arrancándole parte del cuello de un mordisco. Al bajar con el herido en brazos desangrándose, el portal está bloqueado y no les dejan salir.
Lo brillante de esta película es que se le da un giro completo no solo al subgénero de zombis sino a todo el género de terror. Para ello cargan de un realismo máximo la película en los primeros 15-20 minutos. Todo lo que se muestra del rodaje en el parque de bomberos parece real porque es real. Salvo los tres bomberos que se marchan con los de la televisión, todos los demás son bomberos reales. Y lo que se muestra es su forma de vivir. Por supuesto, que todo esté rodado en primera persona hace que sientas un personaje más dentro de la acción. Sobre todo en algunas escenas de acción en las que se ruedan planos poco habituales pero necesarios porque eso es lo que se ve desde la perspectiva que estamos adoptando. Además, hace algo que yo no recuerdo haber visto antes: encerrar a los humanos con los zombis desde el principio en un edificio de viviendas normal. Siempre es a mundo abierto o con los supervivientes del apocalipsis aislados en un sitio y con el exterior lleno de zombis. Así se reinventa el terror.
Uno de los problemas que presentaba la película era la explicación de los zombis, que no son tales sino infectados. Dentro de ese mundo totalmente realista, utilizar la idea de Romero de muertos que resucitan porque sí queda prácticamente descartada. Por tanto, y lo veo muy acertado, se basan algo mundano como es una infección muy similar a la rabia con unos efectos extremadamente mayores, pero de características similares: se trasmite a través de los fluidos, como la saliva o la sangre, provoca una furia y una fuerza anormales en el sujeto... Luego es cierto que se les va un poquito de las manos hasta llegar a incongruencias exageradísimas, pero en el inicio se plantea muy bien la idea.
Y ya entrando en detalles en la primera película, hay cuatro partes principales. La primera ya la hemos comentao: toda la parte del parque de bomberos, que te baja ligeramente la guardia para que te confíes en que todo va a ir más o menos bien. Después de eso tenemos la entrada en el piso de la señora, y ya al entrar, con ese pasillo tan largo, estrecho y oscuro, nos damos cuenta de que la película ha cambiado radicalmente, cosa que se confirma cuando Pablo enciende luz de la cámara y vemos a la señora llena de sangre. A partir de ahí y hasta que se van a la parte trasera del taller textil, la historia se vuelve completamente dinámica y tensa, logrando que perdamos completamente la calma con la caída del bombero.
Cuando ya se asientan en el taller textil, la situación se relaja y el ritmo se frena para dar paso a las entrevistas y a diálogos que, aunque calmados en general, explotan en algunos momentos para que sigas en tensión. Y es que la última mitad de la película la puedes pasar sin exageraciones pegado al asiento y con los ojos abiertos como platos. Entra el técnico de Sanidad y la situación empieza a descontrolarse con los ataques de los infectados y la revelación de la niña, y todo se vuelve una completa locura cuando los infectados logran escapar de donde estaban encerrados y los vecinos van cayendo uno tras otro sin necesidad de que los veamos, solo sabiendo que todos han subido las escaleras sin posibilidad de escapar y que tras ellos van los infectados.
Con Ángela, Pablo y Manu como únicos supervivientes, la idea es intentar escapar por la trampilla del sótano que da a las alcantarillas, pero las llaves están en el último piso y, al salir, Ángela y Pablo miran por el hueco de la escalera en un plano brutal y descubren a todos los infectados subiendo, incluido Manu. Con solo una salida, deciden esconderse en el ático.
Y esta es la última parte de la película. Volvemos a pasar del dinamismo a la calma, pero esta vez es imposible dejar de estar en tensión. Cuando Pablo enciende la antorcha de la cámara descubren que las paredes están llenas de recortes de periódicos de hace mucho tiempo sobre una niña supuestamente poseída. Y llega lo único que no entendí de la película. En un momento dado, una trampilla del techo se abre y Pablo sube la cámara para ver qué hay. Y, se ve venir, hay alguien, un niño, que le da un golpe a la cámara y rompe la antorcha, lo cual sirve de excusa para usar la visión nocturna. Pero no entiendo qué sentido tiene ese niño ahí. Para empezar, ¿cómo a llegado ahí? Y aunque fuera uno de los niños de la segunda parte, ¿por qué no les ataca? La he visto decenas de veces y sigo sin verle sentido.
Y ya a oscuras, con la visión nocturna, vemos por primera vez a la niña Medeiros. Y ahí se la vuelven a sacar creando un nuevo icono de terror. Ciega por los años que lleva sumida en la más absoluta oscuridad y que le ha permitido desarrollar a cambio un gran sentido del oído. Y una imagen absolutamente aterradora. Si esta película fuera americana (y no hablo del lamentable remake que hicieron), la niña Medeiros y toda la película serían referente mundial del cine de terror.
El final me parece excelente, no solo porque es jodidamente aterrador y te corta el aliento por completo, sino porque te deja entrever que la única superviviente es Ángela, aunque seguramente también haya muerto, porque así se deja abierta la puerta a una posible segunda parte en la que aparezca. Y así fue, aunque no de la mejor forma posible. Para mí, la saga de [REC] nace y muere en la primera película. Todo lo demás, estuviera planificado o no, se aleja totalmente de la esencia, pero de las secuelas hablaré en otro blog.