Un banquero tirano, un actor de teatro egocéntrico y autocompasivo, un exmarido irreconocible, un hombre tan humilde como considerado, un misterioso caballero que no se permite arruinar una amistad... La película consiste en las sucesivas conquistas que la protagonista va dejando atrás por no encontrar la satisfacción que busca ¿Cómo empatizar entonces con este personaje tan estereotipado de parisina bourgeoise-bohème con una ceguera que la impide alcanzar su objetivo hasta el punto de rechazar a un amante por la manipulación de sus allegados? Sin duda alguna, esto se consigue a través de la sinceridad del texto. Denis suprime todo artificio en el estilo para que captemos la transparencia de la heroína en pantalla. Un personaje tan complejo en pensamientos como simple en sentimientos. Una honestidad tan impactante, tan evidente, que es imposible no emocionarse en esta caótica odisea del día a día, o de noche a noche.