Cumpleaños de Valentina.

Mi adorable y querida ahijada, Valentina.

El pasado sábado 11.11 fue tu primer cumpleaños y no, claro, tú no te has enterado de nada pero quiero que sepas que fuimos muchos para celebrar tan especial día. Aparte de tu querido padrino y tío estuvieron también tus padres (cosa lógica y normal), tu hermana y tus dos abuelas (la abuela Estela llegó un pelín tarde porque como es como es no quiso bajarse al lado del bar sino en casa de tu madre y tuvo que ir esta con el Óscar a buscarla, así es tu abuela Estela).

Aparte de tu familia también estuvieron Óscar y Yere (que no puedo decirte que te regalaron porque no lo vi pero seguramente ropa ya que el tito Óscar siempre regala lo mismo), Manolo y Lola y Manolito, Nadia y Sergio y la pequeña Nadia (también su hermano pero no me acuerdo de su nombre, seguramente Sergio), Luis con Luisito y Mar y tu tía Susana (sí, llegó tarde, como siempre, aunque esta vez tenía la excusa que se le había olvidado tu regalo o eso dijo, jajajajaja). La tita Nieves llegó más tarde porque has venido a nacer el mismo que su hermano, que también es casualidad. Y tu madrina también llegó tarde pero esta porque estaba trabajando. Creo que no me olvido de más nadie y si me olvido tu madre se encargará de recordarte a quienes me haya olvidado.

Los demás no sé, intuyo que sí, pero tu padrino disfrutó muchísimo pues tuve la oportunidad de tenerte mucho tiempo en brazos y hasta te grabé un vídeo mientras te descojonabas con mis tonterías (sí, a tu tío a payaso lo ganan muy pocas personas, solamente los profesionales, jajajajaja), y todas esas risas que tuviste conmigo no las voy a olvidar nunca.

Cuando llegó la hora de la tarta fuiste la gran protagonista y aunque no llegaste a soplar las velas (lo hizo tu hermana Lucía por ti), para mí fue como si lo hubieses hecho y estoy muy contento de haber pasado tu primer cumpleaños a tu lado y sé que será el primero de muchos más. De este cumple no te acordarás (yo no me acuerdo de mi primer cumpleaños… ni casi del último, jajajaja), pero yo estaré ahí para recordártelo cada vez que quieras, ¿ok?.

Pues me despido que las cartas largas se hacen luego aburridas. Tu padrino que te quiere y siempre te querrá muchísimo. Un millón de besos.

Que siempre seas feliz y que siempre sonrías mucho.