Cucha qué Peli: Guardianes de la Galaxia vol.2

Colaboro en una revista quincenal escribiendo mis impresiones sobre las películas que veo en el cine. No son críticas porque no soy más que un aficionado. Iré poniendo por aquí los artículos pasados, como siempre, sin spoilers:

Guardianes de la Galaxia volumen 2 nos vuelve a traer al equipo de héroes más gamberros del universo Marvel, de nuevo con James Gunn tras las cámaras.

La historia nos pone directamente en la acción. Peter Quill (Starlord), Gamora, Drax, Rocket y Groot (en forma de 'Baby Groot') han sido contratados para defender unas baterías del ataque de un ser interdimensional conocido como Asilisk. Uniendo sus fuerzas lo consiguen y quienes los habían contratado, los soberanos (una raza de seres seleccionados genéticamente para ser perfectos) les entregan a Nébula en forma de pago. Con ella se dirigen a cobrar la recompensa pero son atacados por decenas de drones de los soberanos, sintiéndose traicionados.

Un hombre de aspecto extraño les ayuda a escapar para más tarde presentarse como Ego. Ego es un planeta viviente que puede adoptar forma humana. Junto a la émpata Mantis, lleva a Peter, Gamora y Drax al planeta para explicar a Peter más sobre su propio origen. Rocket y Groot se quedan reparando la nave a la vez que vigilando a Nébula. Por su parte, Yondu, quien tiene problemas con el líder de los saqueadores además de con su propia tripulación, parte en busca de los Guardianes.

La primera película de Guardianes de la Galaxia fue toda una sorpresa. Unos personajes casi desconocidos incluso para los aficionados a los cómics con los que Gunn dio forma a una cinta repleta de acción y, sobre todo, de humor. En esta ocasión ya no es una sorpresa, pero esos elementos siguen presentes, en mayor medida incluso. La adición del personaje de Mantis y el mayor protagonismo dado a Nébula y Yondu mejoran el ya de por sí magnífico elenco.

En el apartado musical se hace notar el 'Awesome Mix vol. 2'. La cinta de cassette que el protagonista reproduce en su walkman. Una cinta grabada por su madre y que incluye canciones de los años 70 y 80 y que a menudo sirve para reforzar momentos de humor o algunos más emotivos. También está la música compuesta especialmente para la película por Tyler Bates, con bastantes piezas corales y que destaca por encima de otras producciones del estilo. Los efectos especiales, tanto los generados por ordenador como los de maquillaje, están presentes durante prácticamente toda la duración de la película y rozan la perfección.

Una gran película que, pese a pertenecer al vasto universo cinematográfico de Marvel, puede disfrutarse sin conocer nada del mismo; habiendo visto al menos la primera parte, eso sí. Por sus elementos, tiene más de las típicas comedias de acción de los años 80 que del cine de superhéroes propiamente dicho. Y no hay que levantarse del cine cuando comiencen los créditos finales, pues tiene tiene cinco escenas a modo de epílogo. Una presagiando un futuro enemigo y el resto de corte humorístico.