¿Hay muchos psicópatas entre nosotros?

Según el máximo experto mundial en psicopatía, el psicólogo y profesor emérito de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), Robert D. Hare, al menos el 1 % de la población mundial es psicópata. Aunque pueda parecer una cantidad no especialmente significativa, se trata de un fenómeno notable, pues estos individuos son los responsables de más de la mitad de los crímenes violentos que se cometen en los países desarrollados.

En España, distintos estudios muestran que entre el 15 % y el 25 % de la población reclusa masculina cumple con los criterios de este trastorno, lo que significa que entre 9.150 y 15.250 personas con psicopatía se encuentran encarceladas.

¿Por qué hay tantos?
¿A qué se debe tan elevado número? Los psicópatas se caracterizan, entre otras cosas, por que no manifiestan empatía con quienes sufren, carecen de remordimientos, muestran un evidente rechazo hacia las normas sociales de convivencia y combinan grandes dosis de impulsividad con la búsqueda inmediata del placer. Por ello, suele decirse que el camino lógico para estos individuos es el delito.

Sin embargo, también es cierto que existe un grupo de psicópatas que, aunque mantienen estos mismos rasgos, no llega a cometer crímenes; no, al menos, de tipo violento. Por ello, resulta probable que esta clase de individuos nunca sean diagnosticados. Son los llamados psicópatas subclínicos o integrados, cuya prevalencia numérica en la sociedad es desconocida. Reconocerlos es difícil: a menudo, son personas simpáticas y convincentes, aunque suelen tener problemas para relacionarse. No son peligrosos, pero, si los detectas, lo mejor que puedes hacer es no mezclarte con ellos o, si esto no es posible, reducir el trato al mínimo imprescindible.