Vivimos tiempos confusos, acelerados, es cierto. En este tiempo de “comida rápida, contestadores automáticos y ligues de una sola noche” (Sargento Krum, de ‘Los Simpson’ dixit) hemos visto, como paulatinamente, todo pierde su esencia, su ser intrínseco. Me explico: los móviles han dejado de ser zapatófonos para hablar sin cables, como en su momento fueron diseñados y ahora incorporan reproductores de música, interné y cámara para que los adolescentes graben palizas salvajes y vejaciones varias, blutuz y hasta mechero; los coches han dejado de ser coches, son cápsulas espaciales con techos de cristal, eficiencia en el consumo de gasolina, con deuvedé incorporado, el Bio Frutas ya no es bio frutas y el fútbol ya no es fútbol... es un negocio.Un negocio que, en cuanto tal, mueve ingentes cantidades de dinero. No nos vamos a poner tocapelotas... si se pagan esas millonadas por Cristiano Ronaldo, Kaká, Ibrahimovic y compañía es porque las curvas de demanda y oferta llegan a un punto común de equilibrio para una cantidad de fuerza de trabajo y un salario/cantidad de dinero comunes. Y además, porque si me gasto noventaipico millones en el portugués de turno, recupero los noventaipico y me llevo otros cien calentitos.Los salarios sí, son estratosféricos, indignantes, pero todo tiene su porqué: la economía supone que un bien escaso y muy demandado (calidad en el furgol) tenderá a alzar su precio en el mercado. Cierto y demostrado.Ahora bien, como se han hecho eco los medios, últimamente el Gobierno se propone modificar la llama ‘Ley Beckham’, que grava al futbolista extranjero con un tipo impositivo del 24%, frente al 43% que pagan los jugadores españoles. Se plantea igualar el tipo impositivo, aunque sólo para foráneos que cobren más de 600.000 euros, con contratos firmados después de enero de 2010. Los clubes se han plantado y amenazan con para la Liga, puesto que eso afectaría a sus fichajes, manteniendo que un jugador no vendría a España por no tributar a ese nivel.Abro el debate: ¿Qué haríais si fuérais parte del Gobierno? ¿Dejar el tipo impositivo tal cual o modificarlo? En Alemania, por ejemplo, se tributa al 45% y en Italia al 43%, sin distinción de nacionalidad.¿Consideráis lícito el hacer distinción en el tipo impositivo según nacionalidad? ¿Creéis que aumentar el tipo impositivo es una muestra de igualdad? ¿Es subir el tipo impositivo un respaldo al poder compensatorio que se supone al Estado?Está claro que el fútbol juega contra la lógica. Y conste que soy un forofo del 'deporte rey'.Más información:
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2009/11/04/futbol/1257347580.html
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