Mi mamá apostó por mí
cuando solo era semilla.
Me plantó y cuidó con mimo
en su linda barriguita.
Trabajase o disfrutase
me llevaba a donde fuera.
¡Qué lindos ratos pasamos!
¡Qué feliz que fui con ella!
Ahora que ya he crecido
y mis raíces se trenzan,
al fin puedo tocarla,
al fin he podido verla.
Cuando yo guíe el rosal
haré lo mismo por ella,
y su perfume llevaré
donde me lleve la tierra