Deadman Wonderland

Vamos con la review de Deadman Wonderland. Pondré el aviso de spoilers más adelante ya que la idea básica se cuenta prácticamente en el primer episodio y necesito dar algo de sinopsis. Aviso para los lanzados: la serie contiene algunas escenas gores y violentas.
La historia arranca centrando la atención en Ganta, un joven de unos 15 años que va al instituto como cualquier chaval normal. Un día, justo antes de empezar una clase, Ganta y sus compañeros ven flotando en la ventana a un hombre vestido con unos extraños ropajes rojos que mata con una especie de vendaval a todos menos a Ganta, a quien le introduce un cristal rojo en el pecho.
La policía investiga lo ocurrido y Ganta es acusado y condenado a muerte por el asesinato de todos sus compañeros. La condena se cumplirá en Deadman Wonderland, una prisión muy particular construida sobre las ruinas de Tokio. Y digo particular porque sirve como prisión y como parque de atracciones en el que los prisioneros son el espectáculo en diversos eventos. Además, la condena a muerte se lleva a cabo mediante un veneno cuyo único antídoto son unos caramelos que solo pueden comprar con puntos que consiguen trabajando para la prisión o realizando algunas pruebas o juegos. Si no comen uno de esos caramelos cada tres días, el veneno les mata inevitablemente.
Una vez en la prisión, Ganta conoce a una chica albina de ojos rojos llamada Shiro, pero ella parece conocerle de antes. Y hasta aquí todo lo que puedo revelar. Si queréis saber mi valoración final, id al último párrafo. Si no habéis visto la serie y queréis hacerlo, dejad de leer ya porque empiezo con los SPOILERS.
Algo importante es que con los puntos no solo se compran los caramelos sino que se compra todo. Comida, bebida, lujos... incluso se puede comprar la libertad de una persona. Esto hace que el conseguir los puntos no sea solo algo vital sino que se convierte en el combustible del sueño de escapar de la prisión. Sin embargo, la forma de conseguir puntos de manera rápida no es nada sencilla. Una de las opciones públicas que nos muestran es una carrera en la que el ganador se lleva un suculento premio en forma de puntos. Eso sí, los perdedores se llevan una galleta y no tendrán que volver a buscar puntos.
La carrera consta de pruebas como un pasillo lleno de péndulos con cuchillas que te convierten en lonchas de chóped si no estás muy atento, o una piscina de ácido que te derrite la piel en segundos si caes a ella, o puenting con algunas cuerdas sin atar a ningún sitio... Queráis o no, son pruebas con un morbo bastante grande. Finalmente, Ganta y Shiro son los últimos en pie y, como solo podía ganar uno, el premio queda vacío. Y en este punto piensas que la serie va a ser una locura llena de momentos como este, pero no.
Resulta que Ganta es un Deadman, un tipo de persona con un poder especial que más tarde se revela como Rama del Pecado, que le permite controlar de una forma muy concreta su sangre: la concentra en la palma de su mano para usarla como un proyectil. Descubre el que el Hombre de Rojo, el que mató a sus compañeros, puede estar en alguna parte de la prisión, por lo que va a buscarlo con Shiro y otro chaval más embriagado por la sed de venganza. Antes de poder encontrarlo, Ganta se topa con Crow, otro Deadman cuyo poder es crear cuchillas de sangre. A él se tendrá que enfrentar en el Carnival Corpse, un sanguinario espectáculo orquestado para apostantes anónimos muy poderosos en el que dos Deadman luchan a muerte. El ganador se lleva una gran suma de puntos y el perdedor, si sobrevive, se somete a un castigo al azar que le hará perder algún órgano o parte del cuerpo.
Esto también mola aunque sea menos original, pero tampoco dura mucho. Después de la segunda batalla se corta para contar la historia de un grupo rebelde que planea fugarse de la prisión ya que los Deadman no pueden comprar su libertad como el resto de prisioneros. Aquí ya se empieza a torcer la historia porque avanza demasiado rápido. Solo se explicaba lo básico para que la trama avance, pero no se paran a desarrollar a casi ningún personaje como se merece. De hecho, no lo hacen. Solo cuentan una historia del pasado del algunos personajes y la utilizan para que el espectador empatice, pero solo una se puede considerar como relevante para la historia y con una profundidad destacable: la de Búho.
Al final se completa la revolución y el plan de fuga, aunque con muchas bajas, pero no puedo decir que sea para nada satisfactorio. De primeras, los pocos que consiguen escapar no tienen pruebas para demostrar lo que ocurre dentro de la prisión, que era la idea principal, y tampoco van a durar mucho. Recuerdo que tienen el veneno y sin los caramelos morirán en tres días. Aunque guardasen unos cuantos no durarán demasiado. Y el final de Ganta y Shiro... Haciendo memoria, creo que es uno de los finales más estúpidamente abiertos que he visto nunca. Resulta que Shiro es el Hombre de Rojo pero Ganta no lo sabe y, si nos agarramos a la información que tenemos, no lo sabrá. ¿Por qué? Pues igual porque es un poco cortito.
Resulta que Ganta y Shiro se conocían desde pequeños porque la madre de Ganta era enfermera o doctora y Shiro estaba en el hospital en el que trabajaba. La madre de Shiro se inventó una canción que solo sabían Ganta y Shiro, que la canta varias veces a lo largo de la serie. Lo último que dice Ganta es que no sabe cómo puede ser posible que el Hombre de Rojo estuviera silbando la canción justo antes de matar a sus compañeros dejándolo a él con vida. No es Einstein, pero joder, si esa canción solo la conocéis dos personas y tú no has sido...
Y la OVA tampoco es gran cosa en cuanto a trama. Cuenta el pasado de Crow pero no es nada del otro mundo. Aunque sirva para ver que hay muchos más Deadman de los que parece y que antes estaba de algún modo normalizado.
En cuando a la factura técnica, deja bastante que desear. El diseño de personajes y entornos tiene un poquito de todo, logrando un resultado decente con los elementos principales. Sin embargo, la animación tiene momentos que no se sostienen de ninguna forma. Hay primeros planos de personajes en los que, de buenas a primeras, se ponen bizcos o hacen algún movimiento anormal. Y también me resulta algo extraña la animación de la sangre en algunos Deadman, pero sí que aplaudo que utilicen hexágonos a modo de repartir o manejar la sangre. Es un detallito menor pero que aporta algo de realismo a esos poderes de fantasía mortal.

En resumen, podría haber sido una gran serie si todo lo que se cuenta se hubiera desarrollado en el doble de episodios. Es decir: darle más caña a los juegos de la muerte, al Carnival Corpse y a la revolución. Y por supuesto, haciendo un final en condiciones y no ese coitus interruptus que se marcan. Y en cuanto a los aspectos técnicos... no están mal pero podían haberse hecho mucho mejor solo con poner un poco más de atención.
No es una serie imprescindible pero si disfrutáis con el sufrimiento ajeno os gustará, en especial el principio. Y si no, bueno, os puede resultar entretenida, pero nada más.